No sé muy bien
para qué voy a clase porque no soy capaz de concentrarme. Empiezo a pensar en
ti, en mí, en nosotros, en las tremendas ganas que tengo de verte
constantemente, en lo mucho que te echo de menos cuando no estás a mi lado.
Primera guerra mundial, revolución francesa… ¡no tengo ni idea! En mi cabeza
solo estás tú, es como si no tuviera hueco para nada más, como si mi cerebro
dijera… basta de información, ya hay bastante aquí dentro. Me haces decir
muchas cursiladas, y como es normal te ríes de mi, pero eso me gusta, porque me
encanta verte reír, creo que es lo más bonito que hay en este mundo, ver como
la persona a la que quieres sonríe gracias a ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario