jueves, 8 de marzo de 2012

Concentración.


No sé muy bien para qué voy a clase porque no soy capaz de concentrarme. Empiezo a pensar en ti, en mí, en nosotros, en las tremendas ganas que tengo de verte constantemente, en lo mucho que te echo de menos cuando no estás a mi lado. Primera guerra mundial, revolución francesa… ¡no tengo ni idea! En mi cabeza solo estás tú, es como si no tuviera hueco para nada más, como si mi cerebro dijera… basta de información, ya hay bastante aquí dentro. Me haces decir muchas cursiladas, y como es normal te ríes de mi, pero eso me gusta, porque me encanta verte reír, creo que es lo más bonito que hay en este mundo, ver como la persona a la que quieres sonríe gracias a ti.

No hay comentarios:

¿Qué te ha parecido el blog?