Adelante.

Hace unos años que sé que no te tengo, que no puedo contar contigo porque tú lo has decidido así. Yo jamás pensé que esto iba a pasar, yo era tu niña. Si te soy sincera apenas recuerdo momentos buenos contigo, sé que hemos tenido muchos, pero ahora mismo en mi cabeza solo tengo sitio para aquellos que no merece la pena recordar, por mucho que te acompañen todos los días del resto de tu vida. Aquellos que me hacen incluso llorar. Todas las veces que pensé recuperarte y volviste a desaparecer, todas aquellas veces que me decepcionaste y me dejaste sola. Todas las veces que me trataste como si fuera tonta o tuviera cinco míseros años. Esto te lo escribe una persona que, en este último año sobretodo, te ha demostrado una madurez que no sabías que existía dentro de mí, una madurez que ni si quiera tú tienes aunque seas casi treinta años mayor que yo. La niña pequeña, inocente y puede que incluso tonta en algunas ocasiones se fue. En su lugar hay alguien muchísimo más adulta que ella, y eso es gracias a ti. Me ha tocado crecer como persona demasiado pronto, talvez. He tenido que preocuparme por cosas que deberían preocuparte a ti. Me equivoco tantas veces… pero intento mejorar y aprender de ello, no me gusta hacer daño a la gente y hago todo lo posible para que eso no pase jamás, eso es algo que tú no podrás decir. Y ahora limítate a salir de mi vida y permitirme seguir adelante porque te prometo que lo necesito tanto cómo respirar.