sábado, 5 de noviembre de 2011

Gracias

Un día te fuiste sin más. Todos sabíamos que esto iba a pasar pronto, pero te fuiste sin despedirte de nadie, sin que nadie pudiera decirte lo mucho que te queríamos, y eso no es justo. Hace tres años te fuiste de mi lado, dejaste de hablarme, de apoyarme, de animarme cuando estaba mal, todo eso acabó, pero yo sé que sigues estando conmigo cada día, cada segundo de mi vida, y que nunca me vas a dejar sola, y que cuando sienta que no me quedan fuerzas para seguir, tú de alguna forma me vas a enseñar a seguir adelante con alegría. Desde que te fuiste nada es igual, a partir de ese día tan triste todo cambió de alguna forma. Desde ese momento siento que me falta algo muy importante para mi, algo imprescindible, necesario para seguir con mi vida. Pero he aprendido que no volverás, he aprendido que tengo que ser fuerte y que solo me queda mirar el lado positivo de las cosas que han pasado. Lo positivo de todo esto es que tú no sufriste, no sentiste dolor en ningún momento, no tuviste que pasar por todo lo que hemos tenido que pasar nosotros, no tuviste que dejar caer ninguna lágrima de impotencia, y eso es lo único bueno de lo que pasó. Tú desapareciste con la cabeza bien alta, mostrando esa felicidad que siempre tenías, y yo sé que por dentro la tristeza era muy grande, pero en ningún momento te vi llorar, y lo hiciste para que nosotros no estuviéramos peor de lo que ya estábamos. ¿Sabes? creo que eso es una gran muestra de valentía por tu parte.
A lo largo de mi vida me has hecho crecer como persona, me has hecho reír pero también me has hecho llorar. Me has regañado muchas veces cuando cometía algún error por tonto que fuera, pero me has enseñado a aprender de esos errores estúpidos. También me has enseñado a hacer muchas cosas, a jugar, a divertirme con tonterías. Hay tantas veces que me acuerdo de nuestros juegos… de cuando nos peinábamos juntas, cuando nos maquillábamos y nos dejábamos la cara llena de colores, cuando hacíamos pulseras y collares, cuando pintábamos… pero esto ya son sólo recuerdos, son cosas que no volverán nunca, pero esto a formado una parte muy importante de mi infancia y es imposible olvidarlo, y es imposible olvidarte a ti.
Te fuiste a vivir a un sitio increíble que nadie en nuestra familia conocía aún y era un sitio que nos encantó a todos. Por esa razón a mis padres se les ocurrió venir a vivir aquí. Pero en el momento en el que nos dejaste, todas las ideas que teníamos se fueron contigo, ya no nos hacía ilusión cambiar nuestra vida para venir aquí. Lo que queríamos era estar más cerca de ti y hacer que tu no estuvieras tan sola en esta isla, pero como tú ya no estabas ya no tenía sentido, porque esto era por ti. Pasó un tiempo y nos dimos cuenta de que por la misma razón, por ti, teníamos que ir a vivir a la isla, porque tú seguías en ella. Tus cenizas estaban en el mar de esa isla, en una pequeña urbanización llamada Cala Blanca. Unos meses después de pensar esto nos fuimos a vivir a Menorca. Y en una casualidad nos fuimos a vivir a una urbanización llamada Cala Blanca, ¿te suena? Cada vez que tengo ganas de estar sola voy a ese lugar en el que aún queda algo de ti, me desahogo y vuelvo a casa más tranquila. En resumen, que te echo de menos tía, gracias por todos esos momentos, por todos esos consejos y esos abrazos cuando más los necesitaba.

No hay comentarios:

¿Qué te ha parecido el blog?