Poema colectivo.

Inventa un cielo para mí.

Hazme sonreír.

Porque si es demasiado hasta el calor del sol quema.

Perdona mis labios, a veces encuentran placer en los sitios más inesperados.

Abrázame esta noche tan fuerte que me haga olvidar que existe un mundo fuera de tu habitación.

Coge mi mano y no la sueltes jamás porque si no caería tan abajo que nadie podría rescatarme.

Puedo prometer que solo por el tiempo que hemos pasado juntos el mundo no volverá a ser el mismo y tú eres el culpable.

Presentándome.

Eres más de lo que en un principio esperaba, ¡siempre sorprendiéndome!

¡Buenos días princesa! He soñado toda la noche contigo. Íbamos al cine y tú llevabas aquel vestido rosa que me gusta tanto. Solo pienso en ti princesa, pienso siempre en ti.

Eres mi trampa, mi vicio, mi no se qué.

Me has visto ser feliz entre tus brazos. Enamorada.

Juro no volver a quererte a escondidas.

¡Maldita la tentación!

Me gustas porque tienes tantas virtudes que aún no las he descubierto todas.

¡Me quedó grande tu amor!

Porque te vas y se me acaba el mundo, y mi mundo eres tú. Porque se me queda en pedazos el cuerpo, el alma y la piel.

Donde el deseo quema a fuego nuestros cuerpos.

Te quiero por como eres, no por lo que tienes o puedes llegar a tener.

¿Por qué me quedo colgada cada vez que por mi lado pasas? Y lo cierto es que, queriendo o no, no paras de pasar.

Hoy mi lógica tiraste abajo con tu mágica mirada al paso.

Quemas como el sol y cuando estoy cerca de ti siento que me derrites.

No es lo que eres, si no lo que haces.