La vida a veces te sorprende cuando menos te lo esperas, y lo hace con cosas increíbles, cosas que deseabas con locura pero que creías imposibles. Entonces, cuando tus sueños se cumplen, sientes que eres la persona más feliz del mundo. Pero cuando algo se tuerce en tu vida, te da la sensación de que todos tus sueños se hunden, que nada vale la pena y que aquí acaba todo, y no es así. Yo no quiero una gran alegría hoy, quiero pequeñas alegrías cada día, de esas que te dan la fuerza que necesitas a cada momento para continuar. Los amigos de verdad son los que te dan esas pequeñas alegrías y los que te apoyan constantemente, los que no te dejan rendirte jamás, y yo los tengo. No necesito nada más, porque sé que si me caigo vosotras me levantareis, como habéis hecho todo este tiempo. Os quiero dar las gracias por haber estado ahí siempre. Cuando hemos sido felices, hemos reído hasta llorar, y cuando hemos llorado, siempre acabábamos riendo. Aquellos días en los que no me podía sacar algo de la cabeza y estaba ausente, me habéis hecho volver a ser yo misma y dejar de pensar en eso que me comía por dentro. Sois mi vida entera, lo seréis siempre y no pienso permitir que salgáis de ella. Sabéis por qué? Porque os necesito conmigo. Me prometéis que vais a estar siempre?
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